El propósito de una manifestación es mostrar que una parte
significativa de la población está a favor o en contra de una determinada
política, persona, ley, etcétera. El éxito de la manifestación es directamente
proporcional a la cantidad de personas, instituciones, ONGs y medios de
comunicación participan.
Nunca una manifestación va a ser más exitosa por la cantidad
de kilómetros de tránsito que atore, ni por la cantidad daños materiales o
disturbios que causen.
Qué esto sea un derecho universal no justifica el abuso como
lo estoy mencionando. Los paros, los cortes, son realizados por uno o varios
sectores sociales que se manifiestan de mala manera, haciendo pagar a sectores
de la sociedad que nada tiene que ver, que nada puede hacer a favor y/o
simplemente no importa, cuando el origen del problema son los empleadores o los
ministerios y los gobernantes o la inoperancia por parte de sindicalistas.Los cortes de tránsito pueden ser estratégicos para impedir por ejemplo, el acceso a una planta. Esto sería mucho más eficiente que los interrumpir rutas y así faltar el respeto y además el derecho a personas que nada tienen que ver con el asunto independientemente de estar de acuerdo o no.
Con los paros sucede lo mismo e incluso peor. De ser educador y haces paro estás perjudicando alumnos, a algunos padres de alumnos,
a comerciantes y al transporte público. De trabajar en el transporte público y
hacer paro, obligas a hacer paro a más personas porque no tienen en que
movilizarse. ¿Y si los trabajadores de salud decidieran parar?
Otra de las manifestaciones que están fuera de control a
veces son las de pedidos de justicia, las cuales en su desesperación por
obtener respuestas, por obtener un mínimo de justicia rápidamente se vuelven
caóticos y cegados por esta impotencia se desenvuelven violentamente y terminan
con heridos y daños materiales. la violencia no es un medio para
lograr la justicia.
Es defendible lo complicado de toparse con los
tiempos, procedimientos y eficacia cuestionable de la justicia, pero, queridas
personas de este maravilloso planeta,
Salvo que la situación lo a merite, como en los casos de las
escuelas tomadas porque no tienen gas y encima tienen ratones, es decir que sea
una situación extrema que requiera una medida extrema (cuando las otras
opciones estén agotadas), las manifestaciones en un sistema democrático deben
darse de forma pacífica y responsable, no hay necesidad de causar ningún tipo de caos. No es tan difícil evaluar
la situación y tomar una medida adecuada, en grupo si es posible.
Se pueden
hacer cortes estratégicos, paros parciales o movilizaciones, todo lo que sea
menos molesto y no peligra perderse de vista el reclamo.
Recordando y teniendo en cuenta que vivimos en un país
dividido en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, podemos clasificar
la causa para reclamar a conciencia; diferenciaría si somos ciudadanos
responsables o una pandilla de piqueteros, creadores de caos, barras o como
prefieran llamarlo.
Los derechos de uno terminan donde empiezan los derechos
de los demás, no sacrificamos la libertad ejerciendo los derechos humanos
con responsabilidad.
A una justa causa un justo accionar, ¡Media Pila!
Saludos, #UnJovenRazonable
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